Transacciones digitales y criptomonedas, un mundo de oportunidades en bienes raíces

Desde hace algunos años atrás, las transacciones digitales y el uso de diversas formas de pago como las criptomonedas, entre ellas los Bitcoins, han permitido que las operaciones inmobiliarias se hagan de forma más segura, rápida y transparente. Además de que el negocio de bienes raíces ha podido universalizarse rompiendo fronteras para la compraventa y las barreras para las negociaciones que representaban los bancos centrales o regionales. 

En BReal, desde nuestra perspectiva de software inmobiliario, damos seguimiento a los avances que el mundo digital ofrece a los empresarios y administradores del sector bienes raíces a fin de actualizarse y facilitar las operaciones y procesos que realizan cotidianamente. Un ejemplo de ello es su conciliación bancaria de rentas inmobiliarias con bancos de Chile.

En esta búsqueda, nos topamos con una nota del articulista de la Crónica, César González Madruga, en cual hace un análisis sobre el universo Bitcoin, sobre su creador y sobre las nuevas formas de hacer operaciones fuera de este sistema que ha acaparado gran parte de las operaciones digitales alrededor del mundo. De esta nota reproducimos algunos fragmentos que pueden ser de su interés y del de los clientes del software para bienes raíces de BReal. 

César González inicia hablando del creador de la moneda digital Bitcoin, Satoshi Nakamoto, que por cierto nadie conoce, ni se sabe si es una persona, una organización o, como dicen algunas teorías imaginativas, es una inteligencia artificial. Se dice que puede ser desde el japonés de 64 años que Newsweek señaló hasta especulaciones sobre Peter Todd o Len Sassaman, en fin, la comunidad cripto está obsesionada con su identidad, también se puede decir que este anonimato, refuerza el ethos de Bitcoin: el creador no importa, la idea sí. 

A decir del autor: “Su genialidad no solo radica en crear Bitcoin, sino en cómo entrelazó criptografía, economía y tecnología para construir una red descentralizada que desafió al sistema financiero tradicional. En 2008, con un white paper titulado Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System, Nakamoto propuso una moneda digital sin intermediarios, basada en una cadena de bloques (blockchain) que resolvía el problema del doble gasto con pruebas de trabajo. Fue un golpe maestro: tomó ideas de criptógrafos como David Chaum y Wei Dai, pero las llevó a la práctica con una elegancia técnica que aún asombra. Su visión era técnica y filosófica: devolverle el control del dinero a las personas, liberándolas de bancos y gobiernos.”

Sin embargo, todo este desarrollo digital que sorprendió a los inversionistas, también tiene un punto débil, según González: “el universo Bitcoin no es perfecto. Las ballenas, grandes poseedoras de BTC, incluido Nakamoto, quien se estima tiene entre 800,000 y 1.1 millones de bitcoins, son un riesgo. Si algunas carteras como las del Patrón Patoshi se mueven, podrían causar pánico y desplomar precios. Aunque la liquidez actual de Bitcoin reduce este peligro, la concentración de riqueza contradice el ideal descentralizado.”

Ante lo anterior, emergen las monedas solar punk y moon punk, dos visiones opuestas que redefinen el criptoespacio. Las solar punk buscan descentralización con total transparencia, aunque preservando la identidad de las transacciones y del individuo, van por sistemas abiertos que priorizan la comunidad. 

Por su lado, las moon punk promueven el anonimato absoluto, protegiendo cada transacción y la privacidad del usuario, se muestran como ideales para quienes valoran la libertad sin restricciones. 

Ambas podrían converger en un eclipse punk: un sistema donde cada persona tenga una identidad pública para transacciones transparentes y una privada para lo que desee mantener en las sombras. Este equilibrio utópico permitiría a los usuarios elegir cuánto revelar, democratizando el acceso al dinero digital y respetando la diversidad de necesidades.

Las repercusiones de este eclipse punk serían transformadoras. “Se podrían ver economías inclusivas, donde las transacciones sean seguras, accesibles y reflejen valores tanto colectivos como personales. Nakamoto, desde las sombras, dio el primer paso al liberar el dinero de intermediarios. Este eclipse podría llevar su legado a un futuro donde el dinero no solo sea libre, sino también justo, flexible y humano.”