Con la arquitectura biofílica se logra vivir en un espacio armónico y tranquilo

La arquitectura biofílica ha permitido desarrollar lo que se conoce como viviendas antiestrés. Países como Colombia y Costa Rica destacan entre los que están adoptando este nuevo concepto en el que convergen las características de los espacios interiores y exteriores.

El centro Econova Institute of Architecture and Engineering define así a la arquitectura biofílica: “Es la relación que tenemos los humanos con lo vivo, con la naturaleza, parte importante de nuestra vida en todos los aspectos, donde uno de los objetivos es la relajación visual. Ayuda con la concentración y a ser más creativo, a crear un entorno amigable que promueve relaciones armoniosas entre los humanos y la naturaleza”.

Este tipo de arquitectura está teniendo gran aceptación, ya que lo que estamos buscando las generaciones actuales es vivir en espacios que permitan disminuir el estado de stress de la vida cotidiana y facilitarnos estados de relajación, armonía con el entorno y alejarnos de situaciones que nos causan ansiedad o presión.

Las viviendas antiestrés, ponen especial atención en el diseño, la decoración y los materiales elegidos para lograr un equilibrio y compenetrar los exterior con los interiores.

Cada vez son más los desarrolladores del sector inmobiliario que se inclinan hacia las viviendas antiestrés, una naciente categoría, considerada, indispensable, ya que responde a la búsqueda de espacios más armónicos y naturales para vivir. Las viviendas antiestrés acercan a la naturaleza.

En América Latina, este concepto está cobrando fuerza y se maximiza “el amor por lo vivo”, principalmente por países como Colombia y Costa Rica, que están siendo líderes en su aplicación. Integra en las construcciones elementos naturales que permiten conectar a las personas con la tierra, el cuerpo y el espíritu.

Algunos materiales que se están introduciendo en este tipo de viviendas son plantas, piedra, madera, vegetales de la familia del bambú, tapia pisada, arcilla cocida y bahareque. De igual forma, se utilizan técnicas de construcción y de diseño que remiten a la naturaleza. Esta combinación propicia que las emociones se mantengan en niveles más sanos.

En Colombia, ya se han construido con éxito proyectos con esta filosofía en Cartagena y Valle del Cauca. Julián Gutiérrez, arquitecto especializado en este tipo de construcciones y miembro del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible, ha comentado que “la biofilia tiene la capacidad de sanar a las personas”, y que “Quienes habitan los espacios diseñados bajo esa filosofía tienen una conexión directa con la naturaleza, el bosque, la madera… y esa relación produce un estado de tranquilidad, ayuda a disipar las emociones y se convierte en un refugio cálido”.