El Impacto de los Nuevos Aranceles en el Mercado Inmobiliario de Estados Unidos
- gilberto5800
- 10 abr
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En un entorno económico siempre cambiante, las decisiones políticas pueden tener efectos sorprendentes en diferentes sectores. Uno de los cambios más recientes que promete afectar al mercado inmobiliario estadounidense es el plan arancelario propuesto por Donald Trump. Esta medida, destinada a proteger la producción nacional y aumentar la competitividad de las industrias de los EE. UU., está llevando a un aumento significativo en el costo de materiales clave para la construcción de viviendas.
¿Afectarán los aranceles el costo de la vivienda?
De acuerdo con la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas de Estados Unidos, los aranceles encarecerán la construcción, lo que significa que las casas nuevas costarán más.
El año pasado, alrededor del 7% del material utilizado en la construcción de viviendas nuevas el año pasado procedía de un país extranjero, gran parte de China, a la que se impuso un arancel del 34%, según Jim Tobin, Director General de la asociación. Los productos chinos relacionados con la vivienda es larga, entre estos están los ventiladores de techo electrónicos, lámparas, bisagras, clavos y otros.
“Esperamos que estos aranceles tengan un impacto generalizado”, dijo Tobin. Las primeras estimaciones, dijo, sugieren que el coste de una casa nueva aumentará entre 7.500 y 10.000 dólares. Esto conducirá que probablemente se construyan menos casas, con la consecuente subida de precios.

¿Qué son los aranceles?: Un arancel es un impuesto que se impone a los bienes importados. En el caso de los aranceles propuestos por Trump, se centran principalmente en productos de acero y aluminio, elementos esenciales para la construcción de viviendas. Esta política busca reducir la dependencia de Estados Unidos de las importaciones extranjeras, al tiempo que fomenta la producción interna.
Los materiales de construcción como el acero y el aluminio juegan un papel crucial en la industria de la construcción. El acero se utiliza para las estructuras de edificios, mientras que el aluminio se emplea en todo, desde marcos de ventanas hasta sistemas de calefacción y aire acondicionado. A medida que el precio de estos materiales aumenta debido a los aranceles, los costos de construcción también se disparan.
Este aumento en los costos de construcción se traduce directamente en el precio final de las viviendas nuevas. Los desarrolladores se ven obligados a trasladar estos costos adicionales a los compradores, lo que genera un encarecimiento de las viviendas. Este es un factor clave para entender cómo los aranceles propuestos por Trump pueden influir en la asequibilidad de las viviendas en el país.
El encarecimiento de las viviendas podría tener dos efectos principales en el mercado inmobiliario. Primero, es posible que los compradores potenciales se enfrenten a precios más altos, lo que podría hacer que la compra de una vivienda sea más difícil, especialmente para aquellos que buscan viviendas de precio moderado. Esto podría reducir la demanda, afectando la venta de viviendas nuevas.
Por otro lado, los desarrolladores de viviendas podrían verse desincentivados a iniciar nuevos proyectos si los márgenes de ganancia se ven amenazados por el aumento de los costos. Esto podría resultar en una reducción de la oferta de viviendas nuevas, lo que a su vez podría agravar el problema de la falta de vivienda en muchas áreas del país.
Efectos a largo plazo: Los efectos inmediatos de estos aranceles pueden ser dolorosos para el mercado inmobiliario, pero, los resultados a largo plazo son inciertos. Si los aranceles logran fortalecer la industria nacional de acero y aluminio, podría haber beneficios a largo plazo para la economía, lo que podría estabilizar el mercado inmobiliario. Sin embargo, si los costos de construcción siguen siendo elevados y la asequibilidad se convierte en un problema mayor, podríamos ver un estancamiento en el mercado de la vivienda.
También, cabe mencionar, que según Infobae, algunos analistas se muestran desconfiados en cuanto a los créditos hipotecarios: “Si la economía apesta, nadie quiere comprar una casa”. Y como los presupuestos familiares están tensos, eso puede dificultar la obtención de una hipoteca. La gente no puede cargar con más deudas y menos ahorros. Lo que pase con los tipos hipotecarios dependerá también de lo que decida hacer el Gobierno federal: luchar contra la inflación manteniendo altos los tipos de interés, o combatir el desempleo bajando los tipos.
El plan arancelario de Trump, aunque tiene el propósito de fortalecer la economía estadounidense, presenta desafíos significativos para el mercado inmobiliario. A medida que los costos de construcción aumentan, tanto para la demanda, como para la oferta de viviendas pueden verse afectadas, lo que generará un mercado inmobiliario más caro y posiblemente menos accesible para los compradores.
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