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Ciudades inteligentes, innovación y desarrollo al servicio de la sociedad
Seguridad, innovación, prestación de servicios de calidad, productividad, participación, capacitación y emprendimiento son características en las cuales las urbes enfocan su desarrollo a través de las tecnologías de la información y comunicación para denominarse ciudades inteligentes.
De acuerdo con los desarrolladores de los conceptos de smart cities, la clasificación e identificación de éstas se basan en ámbitos principales:
Movilidad.
Medio ambiente.
Economía.
Características de administración.
Forma de vida.
Dichos conceptos están ligados a las teorías de crecimiento urbano y desarrollo, apoyados en las tecnologías de la información, calidad de vida, competitividad, recursos naturales, calidad de vida en economía del transporte y la participación de las personas en la toma de decisiones.
En la actualidad hay muchas ciudades que han podido desarrollar el concepto de smart city, dentro de las más destacadas en poder integrar la innovación con el afán de eficientar los servicios públicos se encuentran:
Santiago: La capital andina eficientó su red eléctrica con la intención de cuidar el medio ambiente. Con esta iniciativa, la ciudad chilena quiere componer un centro de negocios de innovaciones tecnológicas con pantallas informativas, wifi público, carros eléctricos, edificios automatizados, entre otras cosas.
Amsterdam: La capital holandesa ha desarrollado un programa de luz inteligente con el cual el alumbrado público se adapta a la necesidad de donde se aplica. Por ejemplo, el gobierno de la ciudad puede adecuar la luz en relación al clima; esas bombillas gastan menos energía que las convencionales.
Dubai: Se ha planteado digitalizar todos los servicios gubernamentales y con esto ahorrar 245 millones de dólares.
Singapur: Esta ciudad ha extendido una gran red de sensores conectados a internet para compilar datos en tiempo real. Con esto se permite hallar riesgos de inundación, calidad del aire, información sobre transporte público, disponibilidad de estacionamiento y congestionamiento vehicular.
Barcelona: La urbe española ha invertido recursos para conseguir una conversión tecnológica con la implementación de más de 450 puntos de conexión inalámbrica.
Tokio: Esta urbe oriental ha sido un ícono a la hora de generar programas de movilidad, energía y urbanización.
Copenhague: La ciudad danesa cuenta con un innovador sistemas que permite monitorear la calidad del aire, el tráfico, el uso de energía y la gestión de residuos.
Oslo: Capital noruega que ha invertido en detectores de matrículas para que den información que permita evitar los embotellamientos. Además cuenta con 650 mil luces LED inteligentes que, al igual que Ámsterdam, cambian de manera automática la intensidad del alumbrado.
