Para este 2024, Proyecciones Prometedoras en el Mercado Inmobiliario Mexicano
El año 2023 se caracterizó por la constancia y resiliencia del mercado inmobiliario Mexicano, consolidando su posición gracias a tendencias como el nearshoring. La inversión extranjera directa (IED) fue un indicador clave, alcanzando la impresionante cifra de 81.9 millones de dólares. Esto no solo reflejó la confianza de empresas nacionales e internacionales en el país, sino también el crecimiento sostenido de este sector.
Agustín Levy, CEO del grupo inmobiliario Levy Holding con sede en Guadalajara, enfatizó la importancia de que los profesionales inmobiliarios se mantengan informados sobre factores económicos, fluctuaciones en los índices financieros, tasas de interés y políticas monetarias. Estos elementos pueden impactar directamente en la oferta y demanda de propiedades, subrayando la necesidad de adaptarse a los cambios normativos, especialmente en un periodo electoral crucial.
El escenario político, las decisiones gubernamentales y los cambios regulatorios también jugaron un papel crucial en el mercado. La estabilidad política fue un impulso para la inversión y el desarrollo, mientras que la incertidumbre generó reticencia entre los inversores. La adaptabilidad a estos cambios normativos se volvió esencial para los actores del mercado inmobiliario Mexicano.
El entorno social también influyó significativamente en las tendencias del mercado. La migración urbana, cambios en la estructura familiar y preferencias habitacionales se convirtieron en factores clave para los profesionales inmobiliarios al evaluar el potencial de una propiedad o desarrollar estrategias de comercialización efectivas.
Ante este panorama, las proyecciones para el 2024 presentan un horizonte prometedor, según Sergio León, director de estrategia comercial y marketing en Levy Holding. Entre los puntos clave destacados se encuentran estos que pueden convertirse en tendencia a lo largo del año:
Crecimiento sostenido: Se espera un aumento estimado del 5-7% en las ventas de viviendas, con un incremento moderado en los precios entre el 10 y 15%.
Digitalización continua: La implementación de nuevas tecnologías seguirá desempeñando un papel fundamental, desde la búsqueda de propiedades hasta la finalización de transacciones, aumentando la transparencia en el mercado.
Innovación en financiamiento: Se anticipan nuevos productos y enfoques para hacer la propiedad más accesible. Esto puede resultar altamente atractivo entre quienes dudan o no si adquirir una vivienda por el compromiso económico que representa.
Desarrollos en ciudades secundarias: El interés en ciudades secundarias y áreas en desarrollo continuará creciendo, impulsado por opciones más asequibles y una mejor calidad de vida. Estas ciudades podrían planificarse pensando en las expectativas de quienes las habitarán.
Diversificación de oferta: Se espera un aumento en la diversificación inmobiliaria para atender las preferencias cambiantes del mercado, con un enfoque especial en zonas vacacionales como la Riviera Maya.
Desarrollos sustentables: Proyectos inmobiliarios con un fuerte enfoque en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente ganarán protagonismo.
Colaboraciones público-privadas: Se espera una mayor colaboración para abordar desafíos como la infraestructura y la vivienda asequible.
En este contexto, los profesionales inmobiliarios deben mantenerse alerta a las tendencias emergentes mediante análisis de datos, investigaciones de mercado y participación activa en asociaciones del sector. La adaptabilidad y la anticipación a los cambios seguirán siendo clave en un mercado que se proyecta hacia un futuro prometedor.