Nuevos paradigmas en 2021 para las oficinas

Una vez llegada la pandemia de Covid-19 y el consecuente cierre de oficinas y otros espacios de trabajo, pocos pensaron en que la situación se extendería más allá de unos meses. Sin embargo, al paso del tiempo y al extenderse los efectos de la enfermedad, entonces se empezó a hablar de un nuevo paradigma para los espacios de oficina y los esquemas de trabajo.

Hoy, es primordial atender las relaciones laborales desde diversas vertientes, por un lado, formalizar y dar apoyos y lineamientos precisos para el Home office y, por otro, garantizar la seguridad sanitaria y emocional de los empleados que asistan a los espacios de trabajo y asegurar la productividad en las empresas. Si bien algunas de estas últimas conservaron la propiedad o la renta de los espacios, otras más buscarán nuevas instalaciones después de su cierre temporal. Esto está repercutiendo en el mercado inmobiliario de oficinas.

Lo que se espera para el mercado de oficinas en 2021, y en el futuro, es que definitivamente, las oficinas tendrán que redefinir el propósito para el cual fueron diseñadas y reinventar sus espacios para convertirse en lugares más flexibles, abiertos y, sobre todo, que que atiendan a las personas, deberán garantizar el cuidado de su salud ofreciendo lugares de trabajo 100% seguros y sin ningún riesgo de contagio.

Esto se logra incorporando equipos e instalaciones de la mejor calidad y que garanticen un uso adecuado a las necesidades actuales, la posibilidad de tener acceso a áreas abiertas, de respetar la distancia estipulada entre las personas, así como contar con las certificaciones globales y locales que validen protocolos y estándares de salud, bienestar y confort de los empleados. Este asunto de propiciar la salud de los empleados ya no podrá hacerse de lado y deberá convertirse en uno de los valores empresariales de aquí en adelante.

Si bien hay una gran incertidumbre respecto al mercado, lo que puede motivar a los empresarios a rentar o comprar es que las oficinas cumplan con ciertos aspectos que les faciliten crear el mejor y más sano ambiente para el desempeño de las funciones de toda la organización. Estos son tres aspectos fundamentales a considerar:

1. Interacción social

• Ya que la comunicación se ha visto limitada a videollamadas o redes sociales, hay que propiciar la interacción social como parte fundamental de la vida humana, por ello hay que contar con un lugar donde los empleados puedan sentirse libre y motivados a reunirse, por lo tanto, hay que hacer un trabajo apropiado para redefinir los espacios de interacción laboral.
  

2. Creatividad y Competencia

• Si las empresas han logrado seguir con sus funciones en las condiciones de aislamiento, llegó el momento de ampliar la productividad a través de promover, además de espacios abiertos y seguros, reuniones que motiven la creatividad, el desarrollo y generación de nuevas ideas conjuntas y colaborativas para el negocio. Con espacios diseñados para interactuar de forma saludable y en equipo, podrán generarse mejores ideas de una forma mucho más innovadora y dinámica.

3. Sentido de pertenencia

• Este deberá reavivarse, ya que al parecer, para muchos empleados se fue diluyendo al estar en casa. Es momento de reactivar la cultura organizacional dentro de la oficina. Y como esta cultura es sistémica, la calidad de vida de los empleados de manera integral repercutirá en todo el escenario de la empresa. Siendo esta última quien debe promover el uso de apoyos y tecnologías para la sanitización en las instalaciones, el diseño espacial flexible y la ambientación agradable que faciliten un mayor desarrollo profesional, creación espacios comunes e individuales que generen confianza, empatía, tranquilidad y salud psicoemocional, a fin de que los trabajadores puedan enfocarse en sus actividades sin temores o inseguridades sobre contagios.

En conclusión, el futuro de las oficinas en 2021, y siguientes años tendrá como prioridad ofrecer a los interesados en compra o renta de oficinas esquemas más flexibles, y soluciones y espacios que se adapten tanto a las necesidades particulares de las empresas, como a las medidas de seguridad y salud de los empleados.