Ciudades Incluyentes, Comunidades Solidarias: un programa de ONU-Habitat para apoyar a los migrante

La migración es un fenómeno a nivel mundial, esto ha influido en la dinámica de muchas ciudades y regiones de los países de acogida, ya sean como espacios de paso o como lugares donde se asentarán los grupos de desplazados de sus países de origen por diferentes razones, ya sea la pobreza, la violencia, las diferencia políticas o la búsqueda de mejores oportunidades de vida. Generalmente, los pobladores de los lugares donde llegan las personas migrantes miran con recelo su llegada, sin embargo, hay que considerar que también pueden aportar conocimientos, su riqueza cultural e, incluso, en algunas ocasiones aportan una fuerza de trabajo que puede generar riqueza a decir de los especialistas en la materia.

A inicios de septiembre de este 2022, ONU-Habitat publicó un artículo en el que habla sobre la migración venezolana a otros países de Latinoamérica y del Caribe. A decir del organismo:

“La migración venezolana a los países de América Latina y el Caribe es un asunto de gran importancia. De acuerdo a la plataforma R4V, de los 6.1 millones de refugiados y migrantes procedentes del país sudamericano, 5.8 millones se encuentran en la región. Este éxodo masivo sobrepasa la capacidad de respuesta de los gobiernos de acogida en temas de prestación de servicios que garanticen el cumplimiento de los derechos humanos de refugiados y migrantes.”

“Es por ello que la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y ONU-Habitat se unieron en la iniciativa Ciudades Incluyentes, Comunidades Solidarias. Con financiación de la Unión Europea, se busca reducir las vulnerabilidades de los refugiados y migrantes venezolanos e incrementar la resiliencia de las comunidades de acogida en 6 países y 10 ciudades. El proyecto comenzó en 2020 y culminará en 2023”.

Los países que se están integrando a este proyecto son: Trinidad y Tobago, República Dominicana, Panamá, Perú, Colombia y Ecuador.

El programa ha incidido en las políticas públicas nacionales y locales para lograr la inclusión y una movilidad humana en mejores condiciones, además de generar planes de ordenamiento urbano en algunos barrios y ciudades, mismo que permitirán una mejor convivencia humana.

¿Qué se obtendrá con este programa?

1. Datos, evidencia y trazabilidad: se tendrá información georreferenciada y se hará un monitoreo para la observancia de los derechos de las personas y facilitarles servicios y oportunidades, además de medir los impactos de la integración.

2. Cocreación de soluciones: se han generado espacios participativos para definir problemáticas y soluciones a las mismas. Estas acciones son cocreadas por migrantes, refugiados y diversos actores de las comunidades de acogida. Con esto se busca el desarrollo en los ejes de vivienda de calidad y con servicios; oportunidades económicas; educación, diversidad y cultura; salud y bienestar; espacio público, seguridad y recreación y gobernanza inclusiva.

3. Capacidades en infraestructura social y comunidad: destacan aquí los centros IntegrHa-bitat, una red global con centros en varios países con el propósito de intercambiar prácticas y experiencias, innovando e integrando desde el territorio.

4. Momentos catalizadores y aceleradores: espacios de diálogo para múltiples actores, buscando facilitar procesos de formulación y revisión de propuestas para generar ciudades más incluyentes, así como obtener consensos y movilizar apoyo en la implementación.

Concluimos con la siguiente frase que evoca el programa:

“La calidad de vida depende del espacio. Podemos crear una estrategia espectacular, pero sin un hábitat adecuado, nunca funcionará. La aplicabilidad a la realidad es fundamental y eso es algo que hemos logrado con Ciudades Incluyentes, integrar la gente de manera que trabaje conjuntamente para materializar soluciones de espacio público que sean motivantes para todos”.