América Latina: Un destino para la innovación y el emprendimiento

El World Economic Forum ha puesto su foco de atención en América Latina, a la que, según un artículo publicado por esta organización, señala como una región históricamente conocida por sus desafíos económicos y sociales, por un lado, en tanto que, por el otro, destaca que está emergiendo como un próspero centro global de innovación y emprendimiento.

En 2022, más de 220 startups florecieron en toda la región, mientras que la llegada de prestigiosos inversores de capital de riesgo y aceleradoras como Sequoia, Andreessen Horowitz, Y Combinator y Accel Partners han consolidado a América Latina como un destino atractivo para los entusiastas del emprendimiento de todo el mundo. Este auge se refleja en el último Índice Global de Ecosistemas de Startups 2023, en el que 77 ciudades de 11 países latinoamericanos escalan en el ranking, superando a mercados de innovación más establecidos fuera de la región.

La región ha enfrentado desafíos persistentes, como la falta de accesibilidad al consumo y soluciones financieras. La ausencia de respuestas tanto del sector público como del privado generó una oportunidad única para que emprendedores locales se dieran a la tarea de crear soluciones a problemas sin resolver, utilizando la región como un campo de pruebas.

El éxito de los unicornios regionales, como Rappi, ha inspirado a otros emprendedores a soñar en grande y arriesgarse a lanzar sus propias startups. Este fenómeno, conocido como el "efecto Rappi", ha dado lugar a la creación de más de 100 nuevas startups lideradas por excolaboradores de Rappi, dedicadas a satisfacer las necesidades de este gigante colombiano.

“Ha habido grandes casos de éxito de unicornios, lo que anima a otros emprendedores a pensar a lo grande y arriesgarse a crear finalmente sus startups”, expresó Tomas Bercovich, Cofundador y CEO, Global 66, Chile.

Además, los gobiernos de la región han comenzado a reconocer la importancia de apoyar la innovación y han adoptado medidas que facilitan el acceso a recursos y financiamiento para emprendedores.

La convergencia entre iniciativas privadas y el apoyo gubernamental ha atraído la atención de prominentes fondos de capital de riesgo, lo que ha resultado en oportunidades de financiamiento, colaboración y crecimiento. Según un informe de CB Insights, en el primer trimestre de 2023, la región recaudó más de 600 millones de dólares y presenció más de 98 fusiones y adquisiciones.

“El acceso a fondos de capital de riesgo, provenientes de mercados como Estados Unidos y Europa, ha permitido a las startups crecer rápidamente y desarrollar tecnologías a un ritmo que antes no habría sido posible”, refirió Juan Pablo Ortega, Cofundador y CEO, Yuno, Colombia.

Sin embargo, para garantizar un crecimiento sostenible, la colaboración público-privada debe evolucionar hacia empresas conjuntas sólidas y colaborativas. Los gobiernos y las startups deben unir fuerzas para fortalecer el ecosistema de la innovación. Esta colaboración es especialmente relevante en áreas como la regulación de nuevas tecnologías, donde los innovadores poseen un conocimiento inigualable de las complejidades y potenciales riesgos y beneficios.

América Latina es también un importante centro de talento, y la colaboración entre el sector público y privado es esencial para impulsar las competencias de la fuerza laboral y responder eficazmente a las demandas del mercado.

Esta alianza público-privada tiene el potencial de impulsar avances tecnológicos notables y nutrir un ecosistema resiliente para abordar los retos actuales y futuros. Según IDB Lab, se espera que el valor de las startups tecnológicas de América Latina y el Caribe alcance los 2 billones de dólares en 2030, y la cooperación entre el gobierno y las startups será fundamental para alcanzar este potencial.

A medida que esta colaboración continúe desarrollándose, América Latina está bien posicionada para consolidarse como una potencia mundial en innovación y emprendimiento, demostrando que la región tiene un papel importante que desempeñar en la revolución global de la innovación.